» De aquí no se va nadie»
Puede sonar a una amenaza o puede ser una invitación a que te quedes. Tu mismo puedes elegir. A mí me llegó esta frase como un aviso que de la Iglesia está para todos. No sobra nadie, todos debemos acoger en nuestro corazón al hermano y al otro. Como en el Hijo Pródigo, que venga uno que estaba perdido no debería enfadar a nadie.




