Lo que nos traiga el corona virus denominado COVID19 vamos hablar mucho creo en los próximos años. Más allá de la desgracia de la pérdida de vidas que, aquí se habla de economía.
De momento en poco más de dos meses ha puesto en evidencia, la fragilidad que supone la dependencia industrial de China. Tanto como productor como consumidor.
Los países y las industrias dependientes del turismo, nadie querrá ir a sitios donde haya infectados. Los países como España, Francia o Italia, este año pueden tener en riesgo la campaña de verano. Y los afectados son hotrles, bares, restaurantes y compañías aéreas y taxis, por ejemplo.
Básicamente está en riesgo el modelo de globalización.
Laboralmente podemos pasar a un salto grande en el fomento del teletrabajo.
Del llamado pánico en las bolsas de puede decir, que las reacciones solo muestran las noticias de forma inmediata y anticipando acontecimientos. De momento adelanta una crisis. Y las respuestas de los gobiernos y bancos centrales de momento es soltar dinero.
Debemos aprender a tener planes de contingencia. Quien ha subestimado el problema se puede ver improvisando y eso cuesta vidas y mucho dinero.
El Miedo en una sociedad solo se puede vencer con información buena. En los tiempos de las #fakenews es complejo combatirlo. Tenemos a gente acaparando alimentos ante una posible cuarentena, mercadeando con mascarillas…
Hasta aquí unos apuntes sueltos porque pensé que esta situación permite hablar de shoks de oferta/ demanda o de los #cisnesnegros como esos hechos fuera de lo esperado. No ha sido tal porque no es la primera crisis sanitaria de origen vírico. Y el shock puede ser superable durante el año. Me preocupa más como se perdió el tiempo en variación política industrial o en el tratamiento de la deuda pública.