Si hay algo que a día de hoy nos acerca al antiguo comercio con las provincias de Ultramar es el Mantón de Manila. Es un vestigio vivo de esa época.
El mantón de Manila es un lienzo cuadrado de seda decorado en colores vivos con flores, pájaros o fantasías, y rematado en todo su perímetro por flecos. De origen chino,1 se hizo muy popular durante el siglo XVIII en España e Hispanoamérica como complemento del vestuario femenino. (Wikypedia)
Sabemos que esas piezas de tela de seda son de origen chino y forma parte del comercio que nace con la ruta del Galeón de Manila. Y que si su auge viene con ese comercio, su caída en uso también viene acompañado por la caída del comercio con Oriente, o mas bien por el monopolio de esas rutas que toman los ingleses en el siglo XIX y con el comercio de telas que nacen de la revolución industrial.
Manila y la ruta del Galeón.
El interés por oriente y por las especias fue el motivo de hacer viajes lejos de las rutas portuguesas, y en esos viajes se encontró América. Pero el interés no decayó a pesar de todo.
Es de hecho el interés por las especias (y por evangelizar a nuevas gentes) que se llega hasta Filipinas, y la clave para establecer una ruta comercial con esa tierra es el hecho de volver a través del Océano Pacífico. Y estas ruta se consigue con llegada a Acapulco del barco San Pedro, el más grande de las expedición Legazpi – Urdaneta en 1565. Y estableció la ruta comercial más duradera de la época moderna. La Nao de China o Galeón de Acapulco duró desde ese 1565 hasta 1815. Y formó parte central del comercio americano. Siendo siempre una ruta propiedad de la Corona se llevaba desde el Virreinato de Nueva España (Méjico).
Se llevaba desde Acapulco a Manila misioneros, oficiales, mercaderes, soldados, y mercancías como caballos, vacas o alimentos americanos: maíz, tabaco, caña de azúcar, pero lo más valioso era la plata mejicana. Y que se traía desde Manila, pues los productos asiáticos de China, Japón, India, Java, las Molucas, las deseadas especias, marfil, seda, porcelana, alfombras, algodón, o canela de Filipinas.
Filipinas en este sitio ocupa el inestimable sitio de intercambio de Oriente y Occidente hasta que se rompe ese comercio con América, por las independencias americanas y por el impulso del comercio directo de la península con las Islas Filipinas a través de la Real Compañía de Filipinas.
Al llegar el barco a Acapulco se organiza una feria para vender lo que se transporta. Siendo un momento de gran importancia en todo el virreinato. Las mercancías que no se quedaban en América, se llevaban por tierra al puerto de Veracruz para hacer el camino a Sevilla o Cádiz. Las que se quedaba en América se llevaba a la capital mejicana o se llevaría hacia el sur a través de los puertos peruanos o a los puertos del caribe para llegase al resto de reinos americanos.
El uso del mantón en la sociedad.
Es el uso de una prenda de abrigo, equivale al chal castellano, pero al ser de seda y de colores vivos se extiende su uso tanto entre las mujeres americanas como peninsulares. Que será adaptado por clases pudientes como por clases populares. Y serán estas clases populares las que han mantenido vivo estos productos, pero ya no traídos de China sino produciéndolos aquí. Se han mantenido como atuendo en múltiples trajes regionales, y en no muchos años atrás como complemento de moda femenina para actos sociales. Haciendo que la prenda tenga una presencia continuada en la sociedad a pesar de todos los cambios que han pasado durante 200 años.
Fuentes:
La cómoda encantada
Wikipedia : Mantón de Manila
Wikipedia: Feria de Acapulco
Armada de España : Galeón de Manila2
De Juan Luna – Reproduction from art book, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=9862942
2 respuestas a «El comercio de Ultramar que se quedó: el Mantón de Manila»
[…] hablé del Galeón de Manila, esa es la ruta comercial con Asia y en China se pagaba con la plata americana. También se mueve […]
[…] Pero el único éxito que se aprovechará será el de las Islas Filipinas y el tornaviaje del Galeón de Manila. Así es como España obtuvo su ruta comercial con […]