Dice Agustina Piedrabuena en Huffintong Post:
Muchos trabajadores sobramos. O sobraremos. En esta Tercera Revolución Industrial de Internet estamos asistiendo a unos inmensos avances en la automatización de la producción, que ha desembocado en grandes ganancias para las empresas y en abaratamiento de los precios para los consumidores, pero también en la destrucción de cantidades ingentes de puestos de trabajo que no se han compensado con nueva creación de empleo.
Pero todo futuro tiene unas bases y esas las explican varios autores pero para tener una idea rápida podemos leer la reseña del libro de 2006 de Richard Sennet La cultura del nuevo capitalismo. También por supuesto podemos leer el libro editado por Anagrama.
La tesis principal del libro es que la desarticulación de la estructura burocrática institucional, desarrollada después de la II Guerra Mundial hasta finales de los pasados años setenta, no ha propiciado unas mayores cuotas de libertad para los individuos.
Hoy en día, cualquier profesional medio se ve en la obligación de reciclarse dos o tres veces a lo largo de su vida laboral-que tiende a prolongarse cada vez más-. Sin embargo, ante el “costoso”reciclaje de la plantilla más veterana, las empresas suelen optar por la sustitución generacional y la contratación de jóvenes, económicamente más rentables y mucho más sumisos a las directrices de la dirección, pues no poseen la experiencia laboral que fomenta una actitud crítica ante todo nuevo conocimiento.
Un ministro sabe que debe reciclarse, que el cargo no es eterno. Pero su agenda de contactos es mucho mejor que lo que ustedes quieran pensar. Seguro que él no tiene ese miedo.