Hagamos un repaso a las preguntas que debemos hacernos para detectar un correo que intenta estafarnos:
- ¿El contenido es sospechoso? Sé precavido ante los correos que dicen provenir de entidades bancarias con mensajes sospechosos.
- ¿La escritura es correcta? Un banco ha de cuidar su imagen. Si hay errores en el texto, sospecha.
- ¿El correo va personalizado? Nuestro banco conoce nuestro nombre, si nos envía un correo, lo utilizará. Si recibes comunicaciones anónimas dirigidas a “Estimado cliente”, “Notificación a usuario” o “Querido amigo”, es un indicio que te debe poner alerta.
- ¿Es necesario hacer algo urgente? Si nos obliga a tomar una decisión en unas pocas horas, es mala señal. Contrasta en la web de tu banco o en su número de teléfono si la urgencia es real o no.
- ¿El enlace es real? Revisa si el texto del enlace coincide con la dirección a la que apunta.
- ¿Quién envía el correo? Si recibes la comunicación de un buzón de correo tipo @gmail.com o @hotmail.com, ¡sospecha!
- ¿Qué tipo de información te piden? En este caso, puedes aplicar la ecuación: datos bancarios + datos personales = fraude.
Por último, si encuentras algún correo fraudulento en tu bandeja de entrada puedes avisarnos enviando un correo electrónico a:
incidencias@certsi.es (instituto nacional de ciberseguridad)
Fuente: Oficina Seguridad del Internauta
Foto: Flikr